Confesionarios de la iglesia italiana. El fotógrafo Marcella Hakbardt

• confesionarios de la iglesia italiana. Fotografía Marcella Hakbardt

Confesionarios o konfessionaly - es un lugar especial en cualquier iglesia católica. El fotógrafo Marcella Hakbardt (Marcella Hackbardt) dedicó toda su proyecto. Las ve no sólo como un elemento de decoración arquitectónica, sino también la personificación de alguna necesidad humana fundamental que va más allá de cualquier dogma religioso. Es "una poderosa metáfora de la autopercepción y examen de conciencia", dice el fotógrafo.

Marcella Hakbardt enseña arte en el Kenyon College. En 2014 dirigió el programa, en virtud del cual pasó cuatro meses en Roma con los estudiantes universitarios. En este momento se tomó una foto de la confesión en la basílica de Santa Sabina. El próximo otoño Marcella volvió y visitó más de 50 iglesias en todo el país.

Hakbardt fue criada como católica, pero dejó de ir a la iglesia como un niño. Ahora mira a la confesión con la curiosidad recién descubierta. La idea del arrepentimiento no es particularmente popular en nuestra sociedad, sino que se desarrolla en la iglesia. El hombre es capaz de limpiar la conciencia, el pecado sobrevivir y seguir adelante.

Confesionarios de la iglesia italiana. El fotógrafo Marcella Hakbardt

basílica Santo Spirito, Florencia, 2015.

La basílica de Santa Sabina en la parte superior del Aventino en Roma 2014.

Elegir el confesionario para el proyecto de la foto, Hakbardt buscó a la diversidad. Se evalúan los detalles - las cortinas de color o marco de madera. Sin embargo, puede ser difícil de eliminar. En Roma, Marcella menudo se enfrentan con los feligreses hacinamiento. bajo la luz apareció en algunos edificios. Y en varios casos, tuvo que tomar fotografías a partir de mediados de los bancos debido a la falta de espacio.

La Basílica de San Domenico, Bolonia 2015.

la basílica de San Marco, Florencia, 2015.

Hakbardt fotografiado principalmente konfessionaly vacía. Pero ella habló con mucha gente que va a la confesión, lo que ayudó a penetrar profundo conocimiento y respeto a la tradición. Marcella Hakbardt y ella se confesaban cuando tenía 8 años de edad. Era su primera comunión, pero no fue muy bien.

"Hay que arrepentirse de tres pecados, pero no los tenían. Así que le dije robó el balón a su hermano y engañado a su madre. Cuando salí del confesionario, luego se sentó durante mucho tiempo, incluso en la iglesia, pidiendo perdón a Dios por haber mentido en el templo. Fue mi primera transgresión, se me ocurre", - dijo el fotógrafo.